Chile gira a la derecha con Kast y se consolida un nuevo eje político en Sudamérica
La victoria de José Antonio Kast en las elecciones presidenciales de Chile marca un punto de quiebre político en el Cono Sur. Con el 58,1 % de los votos, el líder conservador se impuso a la candidata de izquierda Jennette Jara, quien alcanzó el 41,8 %, en una jornada electoral que evidencia un cambio de rumbo ideológico en uno de los países históricamente más influyentes de la región.
El triunfo de Kast no es un hecho aislado. Chile se suma así a un nuevo bloque de gobiernos de derecha y centroderecha que ya tiene como referentes a Javier Milei en Argentina, Nayib Bukele en El Salvador, Daniel Noboa en Ecuador y Santiago Peña en Paraguay. Este eje político comparte un discurso centrado en seguridad, control del Estado, rechazo al populismo y distanciamiento de la izquierda tradicional.
Analistas regionales coinciden en que este resultado responde a un desgaste del modelo progresista, a la crisis económica, al aumento de la inseguridad y al cansancio ciudadano frente a promesas incumplidas. En el caso chileno, Kast capitalizó el malestar social posterior al fallido proceso constitucional y el temor a una mayor inestabilidad institucional.
La consolidación de este nuevo bloque derechista podría reconfigurar las relaciones políticas y económicas en Sudamérica, especialmente en temas como migración, lucha contra el crimen organizado, inversión privada y alineamientos internacionales.
Chile, que durante décadas fue un referente de estabilidad y luego epicentro del giro progresista, ahora se suma a una ola política que avanza con fuerza en la región y que promete marcar la agenda latinoamericana en los próximos años.
